Desde que fueron descubiertos los primeros roedores resistentes a los anticoagulantes, en Escocia en 1958, los investigadores han buscado maneras de distinguir de forma fiable a los animales resistentes de los susceptibles. Existen diferentes métodos de ensayo y son extensamente utilizados; cada uno de ellos teniendo ventajas e inconvenientes.
Ensayos de resistencia
Ensayos de alimentación sin elección (no-choice test) en laboratorio
Los métodos de ensayo de resistencia a los anticoagulantes inicialmente propuestos por la Organización Mundial de la Salud se basaban en ensayos de alimentación sin elección en los que cebos, con la concentración normalmente usada del ingrediente activo objeto de la investigación, se ofrecían a grupos de roedores aislados individualmente en jaulas, durante diferentes números de días. Se realizaron ensayos de referencia para cada una de las diferentes especies de roedores utilizando cepas susceptibles. Las líneas de respuesta de las dosis resultantes fueron sometidas a análisis probit (de unidades de probabilidad) para obtener los percentiles de la dosis letal, expresados en términos del número de días de alimentación continuada que se requiere para matar diferentes percentiles de poblaciones expuestas. Los individuos que sobrevivieron al Período de Alimentación Letal (PAL) requerido para conseguir matar al 99% de los animales vulnerables (es decir, el PAL99) fueron considerados como resistentes. Aunque se realizaron en laboratorio, estos ensayos podían interpretarse en términos de resultados prácticos de tratamientos de control de roedores. Esto era así debido a que la resistencia se definió en términos del período de alimentación, aunque sin elección, de cebos utilizados comercialmente necesarios para matar a un alto porcentaje de una población de roedores.
Ensayos de Respuesta de Coagulación de la Sangre (BCR)
Un inconveniente de los ensayos de Período de Alimentación Letal es que su realización lleva mucho tiempo y, dado que la mortalidad es el objetivo final, son cuestionables por motivos de humanidad. Por consiguiente, se han desarrollado ensayos alternativos para superar estas dificultades utilizando la Respuesta de Coagulación de la Sangre (BCR). En los ensayos BCR, se determina la capacidad de la sangre para coagularse en animales susceptibles en presencia de dosis exactas de un anticoagulante . Se dice que los animales son resistentes cuando su sangre se sigue coagulando cuando se les administra una dosis de anticoagulante (la dosis discriminante) que impediría la coagulación en un percentil determinado, normalmente 99%, de los roedores susceptibles. Se realizaron ensayos BCR en ratas noruegas durante un período de 20 años para una serie de compuestos anticoagulantes de primera y segunda generación. Utilizando este método, se iniciaron en el Reino Unido los primeros ensayos rutinarios en ratas noruegas resistentes, logrando que pudiesen ser delimitadas algunas zonas de resistencia . Sin embargo, a su vez, se detectaron inconvenientes en estos ensayos. Estos se debían principalmente al hecho de que los investigadores que habían desarrollado estos ensayos, habían introducido factores de variabilidad mediante diversas técnicas, reactivos de laboratorio y dosis discriminantes.
A fin de superar estas dificultades, el Comité de Acción contra la Resistencia a los Rodenticidas de la industria del sector ha determinado los datos de referencia BCR de la rata noruega y el ratón común para diversos anticoagulantes de primera y segunda generación, utilizando una metodología de ensayos BCR novedosa y consistente, desarrollada por los investigadores de la Universidad de Reading, en Reino Unido. Otra dificultad importante de los primeros métodos de ensayo BCR fue la de relacionar la resistencia determinada por estos métodos de ensayo con los resultados del aplicaciones de los productos en la práctica. La nueva metodología de ensayos BCR de la RRAC ha superado esta particular dificultad, por vez primera, permitiendo el cálculo de coeficientes de resistencia a partir de los datos de ensayos BCR.
La Organización Europea y Mediterránea de Protección Fitosanitaria (EPPO) analizó estas técnicas convencionales de laboratorio para el ensayo de resistencia en roedores, y recientemente se ha analizado de forma exhaustiva la resistencia a los anticoagulantes y los métodos de ensayo de la resistencia se han analizado otros documentos (ENLACE a Más información, enlace a Más lectura).
Ensayos genéticos
Los nuevos avances en nuestra comprensión de la genética de la resistencia a los anticoagulante ofrecen en la actualidad la promesa de ensayos rápidos y baratos para la resistencia que superan estos inconvenientes (véase Clasificación e historia del control de roedores). La labor de los investigadores en Alemania ha contribuido a identificar mutaciones en la codificación del gen de la vitamina K1 epóxido reductasa tanto en ratas de las alcantarillas como en ratones comunes, las cuales son responsables de la resistencia al anticoagulante en un gran número de focos de resistencia en Europa. Nuestra creciente comprensión sobre los SNP de resistencia ha permitido desarrollar técnicas de biología molecular para la identificación de genes de resistencia mutantes en ADN extraído de pequeñas partes de tejido de roedores, e incluso de materia fecal. Estos ensayos rápidos, baratos y humanos, por primera vez, permiten un mapeado más detallado de los focos de resistencia que, a su vez, ayudarán a la gestión de las plagas de roedores resistentes a los anticoagulantes.
La severidad de la resistencia que se atribuye a los diferentes SNP y, por tanto, su importancia en términos de la gestión práctica de las plagas de roedores, requiere todavía de interpretación mediante la utilización de estudios mecanísticos, tales como los ensayos de alimentación en laboratorio y los ensayos BCR.
Sin embargo, es necesario un cierto cuidado en la interpretación de los resultados de los ensayos en estudios del ADN. Algunas mutaciones genéticas son «silentes». Esto es lo que ocurre en partes del genoma que pueden contener a veces importantes mutaciones de resistencia pero que de hecho no tienen efectos observables en la coagulación de la sangre y, por lo tanto, en la resistencia. Podrían existir otras mutaciones de las que no tenemos información previa y que podrían ser silentes o conferir un grado significativo de resistencia. En otros estudios, se han descubierto cepas de roedores resistentes que no poseen ninguna mutación observable en el ADN.